¿Cómo compatibilizar pareja y trabajo? Las 8 situaciones más comunes

Desde la entrega del anillo de compromiso empezaron a imaginar su vida de casados. Pero ¿ya previeron cómo cultivar su vida privada y su desarrollo profesional sin que ninguna faceta salga afectada? Así como tuvieron que tener mucha comunicación para elegir las invitaciones de boda elegantes, definir la lista definitiva de invitados o ponerse de acuerdo con el sabor del pastel de boda, también tendrán que afrontar ciertas situaciones al momento de empatar la vida de pareja y el trabajo.

Vida en familia, trabajo, amistades, formación, salud, ocio… Cada vez se suman más dimensiones que hay que atender para ser personas integrales y lograr el bienestar personal. Y para ello, hay que encontrar el tiempo adecuado para atender cada uno de estos aspectos. Cuando ambos trabajan, se pueden presentar algunas situaciones que pueden afectar el equilibrio profesional y familiar y generar fricciones en el hogar. ¿Qué hacer ante aquellas que muchas veces son inevitables? No desesperen, para todo hay solución.

1. Sus jornadas se extienden

Hoy en día, la exigencia en el trabajo es cada vez mayor y pocas veces pueden irse a casa sin dejar pendientes. Dependiendo de la carga, en muchas profesiones hay quienes tienen que dedicar un par de horas extra o más para poder estar al día con los objetivos. Esto implica que uno de ustedes o ambos llegará muy tarde a casa y el tiempo de convivencia será cada vez menor.

Si es su caso, primero aclaren en pareja que no es falta de interés en la relación, sino exceso en la carga de trabajo y responsabilidad. Pueden solucionarlo marcando límites con los jefes: no es necesario decir que sí a todo.

Ambos deben estar conscientes de que el trabajo es solo una área de la vida y que todos tienen diferentes compromisos y tareas. Es importante que definan tiempos para todo: pasar tantas horas trabajando se considera incluso ineficiente. Pongan un límite de horario y acepten que habrá ocasiones excepcionales en las que dedicarán más tiempo, pero no será la constante.

2. Trabajan juntos

Trabajar en el mismo lugar puede jugarles a favor y en contra. Antes de nada, tendrán que marcar unos límites: que las preocupaciones del trabajo no intoxiquen el tiempo libre que disfruten en pareja ni permitan que los problemas domésticos interfieran en el trabajo.

Si tienen los mismos horarios, optimizarán traslados y se verán mucho más que otras parejas. Pero todos los excesos son malos y pasar todo el tiempo juntos puede afectar su individualidad y crear una rutina poco sana. Tendrán menos temas que compartir en casa si pasan la mayor parte del día juntos o no habrá muchas cosas nuevas ni experiencias laborales de las que platicar.

Si cambiar de trabajo no es opción, prueben dándose un poco de espacio. Pasen la hora de la comida con otros compañeros y hagan nuevas amistades, programen algunas horas a la semana para cultivar intereses propios o salgan con diferentes grupos de amigos. Tampoco dejen de tener conversaciones que no tengan que ver con lo laboral, ya sea juntos o por separado. Recuerden que en un matrimonio cada quien necesita tiempo personal. Desempolven algún vestido elegante para fiesta y salgan a divertirse.

3. Tienen ambiciones profesionales diferentes

¿Qué hacer cuando las ambiciones profesionales de uno de ustedes son mayores que las del otro? Antes de caminar al altar con el hermoso vestido de novia de encaje y el elegante smoking ya habrán planeado el futuro y ya conocen las metas de ambos. E incluso deben ser conscientes de que las metas pueden alterarse a medida que la vida personal y profesional avanzan.

No pierdan de vista las prioridades, regresen a tierra y hagan un plan en conjunto. Revisen sus objetivos como pareja o como familia y sus planes para su carrera profesional. No tiene nada de malo anhelar el crecimiento profesional. Y que uno de los dos tenga ambiciones o planes más trazados que otro no debe ser inconveniente, siempre y cuando la vida en pareja y las demás dimensiones personales no se vean afectadas.

Pueden llegar a un acuerdo y fijar las prioridades a corto y mediano plazo para tener un plan claro de las acciones a seguir en todos los ámbitos.

4. Se llevan trabajo a casa

Salvo que trabajen desde ahí o su empleo les exija mantener cierta guardia, por ningún motivo se lleven el trabajo a la casa. Una vez que han cerrado labores, el trabajo se queda en su sitio. Llegar a casa con la cabeza llena de preocupaciones y pendientes no les permitirá disfrutar el tiempo en pareja y estar presentes en plenitud. Olvídense, dejen de contestar correos, desconéctense de los pendientes del trabajo y platiquen de otros muchos intereses que seguro les inquietan. Eso les ayudará a despejar la mente y estar realmente presentes para el otro.

También puede suceder que su oficina esté en su casa. Si alguno de ustedes tiene teletrabajo u ocasionalmente hay días que trabaja desde el hogar, lo más sano y productivo es marcarse un horario y unas condiciones muy específicas para su desempeño. Por ejemplo, procura una área exclusiva, libre de ruidos e interrupciones, pero de la que también te comprometas a desconectar cuando llegue la hora de poner fin a tu jornada.

5. Llevan horarios desfasados

Cuando los horarios no empatan, queda menos tiempo para pasar en familia, lo cual puede dificultar la convivencia. Eso no significa que se acabe la relación: encuentren momentos en los que puedan dedicar tiempo de calidad a su pareja.

Así como se fijan fechas y horarios en el trabajo y en la búsqueda de vestidos de novia corte sirena, háganlo así en el hogar. Definan días y horarios para actividades y creen compromisos para cumplirlos, ya sea en casa o disfrutando nuevas experiencias. Por ejemplo, recuerden los dulces momentos que pasaron eligiendo el pastel de fondant para su boda e inscríbanse a un taller de postres o, simplemente, vayan a desayunar juntos afuera de la casa un día que ambos coincidan.

6. Sus periodos vacacionales no coinciden

No te autorizaron las vacaciones que tenían planeadas y tendrán que posponer el viaje, ¿qué hacer ahora? La comunicación y la comprensión son base para una relación duradera. Hay cosas que no están en sus manos e imprevistos que siempre surgirán. Es importante que tu pareja sepa que tú también deseabas tanto ese descanso a su lado y tal vez lo pueden reagendar.

Lo ideal para que esto no les suceda es que se planeen con tiempo los días de asueto y a inicio de año, establezcan los periodos de vacaciones para empatar agendas, conseguir que les autoricen con tiempo y así evitar contratiempos. Si no pudieron irse a la playa, no pierdan la esperanza: una escapada de fin de semana puede ser igual de reconfortante y romántica como la entrega del anillo de compromiso.

7. Uno gana mucho más que el otro

En la mayoría de los casos, este punto no debería generar un conflicto. Actualmente no se espera que un miembro de la pareja sea el proveedor de la casa; ambos salen a trabajar para tener mejores oportunidades y calidad de vida. Sin embargo, cuando uno de ustedes no tiene el crecimiento que esperaba y ve que el otro tiene unos ingresos más altos, esto puede causar incomodidad y desánimo.

Apóyense mutuamente, repartan los gastos y responsabilidades de manera proporcional y reconozcan el esfuerzo que hace cada uno para el presupuesto familiar. No siempre se puede ganar lo que se espera, pero darse confianza y apoyarse para desarrollar sus potenciales es importante. Una caja de chocolates o un arreglo con unas flores como las del ramo de novia natural traerán a tu pareja bellos recuerdos y le levantará el ánimo.

8. Alguno está en desempleo

En las buenas y en las malas, así se comprometieron a dar su amor incondicional cuando unieron sus vidas en matrimonio. Nadie está exento de quedarse sin trabajo y si tu pareja se encuentra en esta situación, lo que más necesita es un sistema de soporte, saber que cuenta contigo y que lo apoyarás mientras encuentra una nueva oportunidad laboral.

Hagan un presupuesto emergente y tomen acciones para que este periodo no afecte la economía familiar. Tal vez tendrán que recortar ciertos gastos durante esta fase o retrasar algunos planes, pero no es el fin del mundo. Siempre hay un nuevo comienzo, dense confianza y tengan mucha comunicación.

Esperamos que no tengan que atravesar por estas situaciones, pero si así es el caso, sabrán que hay luz al final del túnel. Todo tiene solución y no están solos: son situaciones muy comunes a las que la mayoría de los matrimonios se enfrentan mientras buscan un equilibrio entre pareja y trabajo. Manténganse unidos, intercambien pensamientos de amor y recuerden lo felices que estaban mientras bailaban en su boda rodeados de coloridos vestidos de noche. ¿Y hace cuánto que no salen juntos a bailar?