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Bodas

Depresión posboda

La depresión postboda es real, es común y es importante, así que te diremos cuáles son sus manifestaciones, por qué se presenta y cómo se combate. Pon música suave y lee esto.

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Aunque podríamos vivir eternamente viendo catálogos de ramos de novia, las nuevas tendencias en vestidos de novia y probando nuestras propuestas de sabor para pasteles de boda, todo llega a su fin... Y ahora, ¿qué sigue?

En inglés, los términos blues y blue designan un estado de ánimo equivalente a la melancolía, la tristeza o la depresión. Estos vocablos anglosajones nos remiten a la música y a la pintura, y a algunas de sus manifestaciones más intensas. Esto se debe a que el color azul, al transmitir una sensación de profundidad, puede dejar en la mente un espectro de lejanía, lo que produce tristeza y desasosiego, sentimientos que han inspirado a varios creadores.

Contradictoriamente, el azul es el color favorito de una gran parte de la población, ya que lo relacionamos con elementos naturales como el mar y el cielo y produce mucha calma.

Wedding blues

Akino

No es casualidad que a la depresión postboda se le denomine wedding blues en inglés. Se han realizado varios estudios sobre la depresión postboda (quizás no los suficientes) y parece que la causa generalizada de esta melancolía posterior al día B es que el día de la boda ha quedado lejos, y ha dejado a su paso energía acumulada, sensación de vacío y nostalgia. Tal cual sucede a veces con la contemplación del color azul.

Es totalmente comprensible que te sientas un poco apática o sensible después de tu boda. Para empezar, tenías mucho que hacer, fuiste recolectando energía e invirtiéndola en completar varias tareas. Pero ahora, la emoción, los imprevistos y los pequeños eventos han terminado, y toca formarte o continuar con una rutina cotidiana. Incluso puede que extrañes el estrés de cuidar cada detalle de la boda porque, visto a la distancia, los peores momentos no parecen tan malos.

Por otro lado, tu boda fue un evento muy importante: era tu proyecto, pero era mucho más que un proyecto. Le dedicaste tiempo, energía, te motivaba a organizarte, te daba gratificantes sorpresas, la viste materializarse hasta volverse real. Cuando un proyecto de vida se concreta, nos sentimos vacíos, y pasamos por una mezcla de ansiedad por el futuro incierto y añoranza del pasado.

Cortazares Fotografía

También es probable que experimentes el deseo de volver a vivir tu boda, de corregir lo que no te gustó y de prolongar los grandes momentos. Quizás sea difícil dejar el hogar de tus padres, si vivías con ellos antes de casarse, tal vez el enfrentamiento entre la realidad del matrimonio y tus expectativas sea duro, o acaso sientes un cambio muy brusco entre la relación del noviazgo y la vida de casados.

A veces es difícil hacerse a la idea de compartir una identidad sin perder la propia, o quizás te habías identificado tanto como “la novia” que ser “la esposa” no parece tan emocionante como antes de casarte. Y puede ser que sientas que nadie va a entender o a darle importancia a todos estos pensamientos, en parte porque para nadie significó tanto tu boda como para ti.

¿A todas nos pasa?

La depresión postboda no es un diagnóstico clínico y muchas veces no se le presta la atención debida. Muchas mujeres no saben que existe y, si atraviesan por alguna de sus etapas, la confusión les hace pensar que algo está mal con ellas, se sienten culpables y avergonzadas, y temen que si comparten sus inquietudes con alguien serán juzgadas y la gente creerá que no aman verdaderamente a su pareja.

Al menos en Estados Unidos, entre el 5% y el 10% de las parejas experimentan un periodo de wedding blues durante los primeros meses de matrimonio, incluso cuando vivieron juntos un tiempo antes de casarse.

La depresión no necesariamente se manifiesta en peleas constantes o alejamiento: es un proceso íntimo y a veces se mantiene oculto. No se debe a falta de amor en la relación, sino a una conmoción personal.

Pero no hay razón para angustiarse: como ves, no estás sola y tampoco es un estado permanente. Lo primero que debes hacer si ya te casaste y te sientes un poco azul es identificar cuál de las causas o síntomas que hemos mencionado es el que te provoca malestar.

¿Cómo la puedo prevenir o combatir?

Tomando conciencia de tus sentimientos podrás explorar diferentes perspectivas y encontrar una que te ayude a apreciar tu nueva etapa. A continuación te haremos algunas sugerencias para prevenir la depresión si estás en los preparativos de tu boda y para recuperarte si ya pasó el día B.

Antes de casarte, ponle pausa a tus preparativos y tómate un ratito para reflexionar sobre lo que significa el gran día. Es un día muy importante, pero también es un día meramente simbólico.

Mediante rituales, palabras y celebración, la ley, la sociedad y tus seres queridos reconocerán la unión de tu vida con la de tu novio. Pero esta unión es mucho más que por un día y tu boda sólo es el principio de una nueva etapa. No significa que no debas prestarle atención o que no sea una gran fecha, pero es necesario que no pierdas de vista lo que viene después.

Consejos practicos

Vicente García

Algunas acciones que puedes realizar desde ahora para evitar sentirte azul luego de casarte son:

Organizar actividades que realizarás después de la luna de miel o del día B. Algunas las planearás y llevarás a cabo junto a tu futuro esposo, pero otras correrán por tu cuenta y serán sólo para ti, así que piensa en lo que disfrutarás más y prográmalo.

Encuentra pasatiempos: clases de baile, yoga, cocina, algún idioma… inscríbete desde ahora o compra el material que vayas a necesitar y ponte metas para concretar proyectos después de la boda.

No concentres toda tu atención en la organización de la boda: no te descuides a ti misma ni a tus seres queridos. Incluso cuando sientas que tienes mucho por hacer, date un descanso y lee algún libro, pasa un día a la semana con tus amigas, charla con tu novio sobre algo distinto a la boda.

Platica con tus familiares y amigas casadas: sus experiencias te ayudarán a hacerte una idea realista de cómo es el matrimonio. También necesitas comunicarte con tu novio: ambos deben tener en cuenta lo que esperan de su vida juntos, y las virtudes y defectos del otro.

Si te has casado ya y te sientes un poco triste, no te preocupes: sólo necesitas coordinar tus horarios para tener suficiente descanso y mucha vitalidad en tus actividades. La mejor forma de combatir la depresión postnupcial, según los expertos, es dirigir tu atención a tu matrimonio y a ti misma.

Es necesario retroceder un poco y pensar en los proyectos, objetivos y sentimientos anteriores a la boda, no para compararlos con lo que estás pasando ahora, sino para revivirlos y recordar su importancia.

La comunicación es fundamental

Pitahaya's Studio

acercarse al otro mediante la palabra te hará sentir acompañada y apoyada. Es importante crear y recordar proyectos a futuro que tu pareja y tú quieran realizar, así como las metas que han compartido desde los inicios de su relación.

Dedicar tiempo y energía a proyectos manuales, compromisos sociales y entretenimientos cotidianos también te hará sentir mejor. Algunas actividades que puedes hacer son:

Pasen tiempo juntos construyendo algunos rituales cotidianos. No vean sus días como una rutina, sino como hábitos necesarios para conseguir un bien mayor, que es, en general, un futuro pleno. Valoren su tiempo libre y aprovéchenlo para hacer lo que durante la planeación no podían, como salir con sus amigos, ver películas y salir a bailar.

Acérquense a sus amigos y familiares. Organicen actividades en las que puedan rodearse de seres queridos y recuperen el tiempo que tuvieron que alejarse un poquito para planear sus nupcias.

Organicen excursiones, paseos y actividades al aire libre, ya sea solos o acompañados. Dedíquense tiempo y pasen una tarde o un fin de semana completo juntos. Pueden ir a un concierto, a un spa, acampar, visitar un pueblo mágico o hacer un tour por la ciudad. Lo importante es que se acerquen y disfruten uno del otro.

A disfrutar la vida juntos

Alejandro Sánchez Aldana Fotografía

Revivan su boda viendo videos y fotografías. Reconozcan el valor simbólico de la fecha y siéntanse muy orgullosos y felices: fue su gran día (el inicio de todo) y deben recordarlo con cariño, no con tristeza.

Compartan sus sentimientos y sus pensamientos, vean todo lo bueno que tienen ahora y planeen lo que sigue para ustedes. Imaginen, sueñen, y recuerden lo más importante: lo que les une no es un solo día, sino un amor interminable. Tómense el tiempo que necesiten y no se presionen para sentir o actuar diferente de un día para otro, relájense y déjense llevar.

Alejandro Sánchez Aldana Fotografía

¡Actívense! Hagan ejercicio, cocinen, bailen, desarrollen juntos un pasatiempo. Encuentra actividades que no hayas intentado o que quieras retomar, ¡este es el momento para hacerlo porque cuentas con alguien que te apoyará incondicionalmente!

Debes cuidar de ti misma y tomarte ratos para enfocarte en tus propios objetivos, deseos y necesidades. Si no sientes que estés mejorando, visita a un profesional: quizás haya algo que te molesta o te preocupa y no se trate de una depresión pasajera. La terapia te ayudará a conocerte mejor y a sentirte bien.

Puedes seguir buscando pensamientos de amor y ver de vez en cuando imágenes de vestidos de novia para recordar lo bien que lo pasaste preparando tu boda. Ahora estás a lado del hombre que amas y tienen toda una vida por delante que disfrutar. 

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