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Bodas

La boda de Alejandro y Gabriela: una aventura que apenas comienza

Gabriela y Alejandro están convencidos de que cuando algo fluye sin forzarlo es porque es para ti y que en la vida hay que esperar el momento correcto para encontrar a tu alma gemela. Conozcan su historia de amor y los detalles de su emotiva unión.

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​Esphera Photo

La aventura es la principal característica de su relación: siempre en busca de nuevas experiencias que compartir y disfrutar. Confiando en todo lo que han construido y con la ilusión de cumplir muchos sueños más es como Alejandro y Gabriela llegaron al altar. A continuación, les contamos esta emocionante historia que terminó en un hermoso enlace que Esphera Photo, su proveedor de fotografía, capturó detalle a detalle desde la sesión de preboda.

Se conocieron en 2011 cuando estudiaban en la misma escuela. Salieron un par de veces y, aunque había una gran química entre ellos, en ese momento sus caminos iban en diferentes direcciones. Sin embargo, no perdieron el contacto y, en diciembre de 2012, se reencontraron para jamás volverse a separar.

La propuesta más profunda

Cuando llevaban poco más de tres años de noviazgo, organizaron un viaje familiar a la Riviera Maya con motivo del cumpleaños de Alejandro. Gabriela no tenía idea de todo lo que él había preparado para sorprenderla.

Son una pareja que aman las aventuras y las experiencias extremas. Viajes en globo, rápel y paracaídas son solo algunas de las cosas que han hecho, así que la pedida no podía quedarse atrás. Con Gabriela ajena a lo que estaba a punto de suceder, se prepararon para ir a tomar una clase de buceo. Ella suponía que era el regalo que la familia le había hecho de cumpleaños a Alejandro.  

Llegaron a un hermoso cenote en Tulum. Tomaron una clase teórica y se sumergieron para realizar la práctica. Gabriela tenía algunos problemas técnicos y perdió a Alejandro de vista; llegó un momento en el que no quería continuar, pero el instructor la motivó para que siguiera unos metros más. De pronto, cuando el profesor le hizo la señal de "alto", descubrió un cofre y, al girarse, estaba Alex en la profundidad sosteniendo unos letreros que fue pasando hasta formar el siguiente texto:

“Ahora que ya encontraste el tesoro, concéntrate un poco más… 1197 son los días que llevamos juntos escribiendo nuestra hermosa historia de amor. No quiero una historia de amor con final feliz, quiero un amor que nunca tenga fin. Tú eres mi tesoro más preciado y desde el primer día que te conocí, supe que llegaría este momento”.

Al final, la pregunta esperada: “Gaby, ¿quieres casarte conmigo?” Sin dudarlo, como pudo y batallando con todo el equipo de buceo, aceptó. Finalmente, el instructor abrió el baúl del que salió flotando el anillo de compromiso que Alejandro le puso. Fue una experiencia realmente mágica y sorprenderte para ambos.

Un vestido difícil de encontrar

Aunque Gabriela estaba encantada con el vestido de novia de encaje de corte A y escote corazón, se probó aproximadamente unos 50 vestidos antes de elegirlo. Su mamá fue la primera que supo que ese sería, finalmente, con el que caminaría hasta el altar.

Sus zapatos no eran los típicos de novia, ya que prefirió unos de color palo de rosa que se cambió después por unos tenis de plataforma del mismo tono para disfrutar toda la fiesta cómodamente. Un peinado recogido con una discreta tiara y un ramo de novia muy colorido completaron su estilismo.

Clásica y vintage, así fue la boda

Si algo caracterizó la boda de esta pareja fue la magia que se vivió ese día. Contaron con la presencia de todas las personas especiales para ellos y el ambiente fue único y lleno de amor. Tanto la ceremonia como la recepción se llevaron a cabo en Naucalpan, estado de México.

Los tonos rosas y morados, así como azul agua destacaron en la celebración. Empezando por el ramo de novia, que hacía juego con los vestidos de las damas, que resaltaban por las diferentes tonalidades de esos colores. Incluso en la iluminación de la recepción y la mantelería se podían observar.

La decoración con maderas, velas y series de focos daban un aire vintage al ambiente. Un naked cake con un topper en el que se leía la frase en inglés “Tú eres mi mejor aventura” coronaba la mesa de dulces que, además de increíbles delicias, tenía elementos decorativos muy llamativos.

No querían la típica cena de tres tiempos, así que ofrecieron una parrillada mar y tierra con una barra de cervezas. Los invitados estaban encantados con las diferentes opciones y disfrutaron al máximo.

Buena animación y mucha diversión

Solo bastó que los ya esposos bailaran su primera canción, Vida, de Marc Anthony, que prepararon con clases de baile para que la pista no se quedara vacía ningún momento. Después, llegó el momento del brindis, en el que las lágrimas no pudieron esquivarse y el lanzamiento del ramo y la liga que fueron muy divertidos.

Se repartieron shots de sabores para motivar más a los invitados, así como letreros con frases divertidas que ponían aún más sabor al baile. No faltó nada: hubo risas, baile, diversión y, por supuesto, mariachi para cerrar la boda.

Después de esta gran fiesta, Europa los esperaba. Hicieron un tour que pasó por las ciudades de Roma, Florencia y Venecia, ciudad en la que se embarcaron para tomar un crucero por algunas islas griegas y finalizar después en París. Esto no ha terminado porque ahora apenas comienzan la mejor aventura de sus vidas. ¡Que viva el amor!

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