Ir al contenido principal
Bodas

La boda de Christian y Jonathan, bañada por el sol de Puerto Vallarta

La belleza autentica de Puerto Vallarta adoptó a Chris y Jonathan. Después de decirse “sí, acepto” en una ceremonia religiosa, el gran festejo siguió a la orilla del mar, donde el vaivén de las olas, además de la brisa, puso toda la magia a la boda.

Te ayudamos a encontrar a los mejores profesionales de la fotografía 📷
Pide información y precios de Fotografía a empresas cercanas
Cris Bernal Photography

Entre miles de personas, dos corazones hicieron click. Jonathan y Christian eran alumnos de diferentes carreras de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Pero, azares de la vida, ambos decidieron tomar la misma clase optativa. Después de cruzar unas cuantas palabras, la amistad entre ellos fue inevitable. Y esta buena relación terminaría estrechándose cada vez más. Y después de cinco años de novios, llegó…

¡La propuesta de matrimonio!

En octubre del año pasado, Jonathan y Chris decidieron salir de viaje a El Paso, Texas, donde la cultura mexicana y la estadounidense se funden en la práctica. Desde un mirador, la pareja disfrutaba de la espectacular vista panorámica que se desplegaba frente a sus ojos. Y este sería el entorno ideal para sellar un nuevo enlace, un lugar que inmediatamente se volvió especial para ambos. El anillo de compromiso fue entregado para escuchar el tan esperado "¡sí, quiero!" de la preciosa y futura novia.

El mar y el amor, una unión muy especial

Llegó el esperado día de hacer sus sueños realidad. La playa de Puerto Vallarta les ofreció el escenario perfecto para tener el ambiente que siempre desearon. Además, la asistencia de todos los invitados generó, de principio y a fin, felicidad y euforia por doquier. 

El enlace de estos dos románticos juarenses comenzó con una ceremonia religiosa en la iglesia Nuestra Señora del Refugio. Lo especial fue que la misa la ofició un amigo de la pareja, el sacerdote Roberto Ramos. La vivacidad de los colores y la luz natural que se colaba en el templo iluminó cada paso que daba la novia para encontrarse junto a su amado, quien la esperaba con una enorme sonrisa.

Al concluir la ceremonia, los presentes recibieron a la pareja con burbujas de jabón. La alegría estalló y los abrazos y felicitaciones no pudieron faltar. La emoción se pronunció en la pareja como en los invitados, pues ya era hora de dirigirse hacia la recepción.

El paisaje insólito de la playa de Puerto Vallarta y la decoración sencilla y elegante del hotel Park Royal Puerto Vallarta brindaron el mejor marco posible para el álbum de boda, que estuvo a cargo de la talentosa lente de Cris Bernal Photography. ¡Y a celebrar!

Los colores de la naturaleza

Desde la entrada de la recepción se podían admirar los altos centros de mesa para boda que destacaban por el rojo de las rosas que se entrelazaban con hojas verdosas. El color blanco generó contraste con estas tonalidades cálidas. La decoración en red & white, que vistió tanto la recepción como el pastel de boda, es una de las opciones ganadoras para celebraciones en la playa, ¿vieron? Asimismo, las damas lucieron preciosos vestidos de fiesta largos en color rojo, que combinaron con los boutonniers de los best men.

Un pastel de fondant de cuatro pisos y acentuado con diseños asimétricos y pequeños ramilletes de flores rojas fue el que partieron juntos los recién casados. Frente a la misma mesa, se podían admirar las iniciales de los novios en color dorado con bordes blancos y un corto camino de pétalos de rosas.

La belleza auténtica del atardecer

El sol acompañó parte de la sesión de fotos de Cris Bernal para los ya esposos, que posaron románticos y divertidos con su cortejo de damas y best men. Poco depués, se despediría para llenar de tonos dorados cada comisura del evento. El atardecer también fue el momento del día escogido por los novios para una apasionante sesión trash the dress. Evidentemente, ¡pasada por agua!

Y llegó el momento de salir al centro de la pista para deleitar a todos sus seres queridos con su primer baile como marido y mujer. Cada paso, cada acorde fue acompañado de un buen cúmulo de emociones, que terminaron estallando a golpe de pirotecnia

La pareja no paró de bailar durante toda la noche, pero también todos los presentes disfrutaron al máximo cada momento del enlace. Y si creían que Christian y Jonathan eran de los que se les acababa pronto la pila, ¡para nada! El after continuó en un antro de la misma ciudad. ¡A disfrutar hasta que el cuerpo ya no pueda más!

Te ayudamos a encontrar a los mejores profesionales de la fotografía 📷
Pide información y precios de Fotografía a empresas cercanas