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Bodas

La boda de Jorge y Verónica: diversión en estado puro

Es difícil decir “no” a la indiscutible elegancia y sencillez del estilo clásico o a la riqueza de las tradiciones nupciales, pero ¿cómo adoptarlas en tu boda de forma muy personal? Jorge y Verónica te responden, porque ellos ¡sí que lo hicieron!

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Studio La Bodega

La riqueza de las tradiciones mexicanas es inigualable, por eso Verónica y Jorge decidieron combinar el sofisticado estilo clásico con las costumbres tan particulares de las bodas istmeñas. Principalmente, estas celebraciones se caracterizan por su larga duración, comida, vestimenta, música y bailes típicos; desde luego, antes de llegar a este punto hay todo un ritual de cortejo, pedida de mano y, en caso de que éste no funcione, ¡el novio se roba a la novia!

Por lo menos una vez en la vida hemos escuchado esta famosa expresión, pero no es sólo una leyenda porque en la zona del Istmo al sur de Oaxaca es una tradición que continúa vigente; la cual Jorge y Verónica no siguieron al pie de la letra pero sí se convirtió en su fuente de inspiración para tener una boda única que Studio La Bodega junto a Martín Serafín tuvieron el privilegio de inmortalizar.

Romanticismo puro

La pareja se decantó por la magia del estilo clásico, comenzando por la sencillez de un sofisticado estilismo. Verónica se dejó enamorar por el vestido de corte princesa de gran tradición, con una falda, una cauda y un velo de tul que aportan vasta estructura al diseño con delicados bordados, incrustaciones de pedrería y un memorable ramo en cascada con flores blancas. Jorge optó por un frac de color negro, camisa blanca, corbata y chaleco en gris satinado y un minimalista boutonniere.

La combinación en blanco y dorado mantiene la línea monocromática que distingue a la decoración clásica, recurriendo a los candelabros, la elegante vajilla clásica e incorporando el encaje a la mantelería y ornamentación de las sillas; floreros de cristal como centros de mesa altos con flores blancas que aportan romanticismo y pureza al ambiente.

Reinventando las tradiciones

Si bien algunas parejas adoptan las tradiciones como temática de boda, Verónica y Jorge se arriesgaron un poco más y ¡las renovaron! En el Salón Palacio Biarritz; donde también llevaron a cabo su enlace religioso y civil, precedidos de una e-session en el Parque Bicentenario; celebraron uno de los emblemáticos rituales de las bodas Istmeñas, durante el cual las mujeres y hombres bailan con jícaras de barro que luego rompen a pocos metros de los pies de los novios, después de haber pedido un deseo y de haberles dado dinero para su luna de miel.

De esta forma abrieron un ambiente de diversión y buena vibra que predominó en todo el evento, culminando con un grandioso espectáculo estilo carnaval donde los zanqueros llevaron una enorme cuerda para saltar y los novios junto a sus familiares más cercanos se animaron a sacar al niño que todos llevan dentro. Evidentemente una forma divertida y original de cerrar una mágica noche para dar pie a un gran inicio ¿no te parece?

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