La boda de Rocío y David en Cuauhtémoc, Ciudad de México

Y como no hay fecha que no se cumpla ¡llegó el gran día!

La noche anterior logré dormir muy bien, así que me desperté temprano para comenzar con los detallitos que faltaban de afinar y prepararme para irme al hotel donde sería mi arreglo y la sesión de fotos. A eso de las diez de la mañana pasó mi esposo por unas cosas que hacían falta, y aunque dicen que lo mejor es que los novios no se vean hasta el gran momento, pero créanme, verlo me dio mucha tranquilidad, mirarlo feliz, sonriente y tranquilo, de inmediato me calmó y me sentí más emocionada que nerviosa.

A eso de las once de la mañana se retiró para arreglar sus cosas y pasar a dejar al salón las letras gigantes de nuestras iniciales que realizó el mismo y antes de irse, nos abrazamos muy pero muy fuerte ya que la siguiente vez que nos veríamos sería en la sesión de fotos y en la iglesia, los dos estábamos muy emocionados por que ahora sí, el día había llegado y ya comenzaríamos con nuestro arreglo para el gran momento.

A la una de la tarde ya me encontraba con mis papás y mi hermana en el hotel, también ya había llegado la chica que me maquillaría y me peinaría, así que comenzamos puntuales mi arreglo. La chica que me arregló es una amiga de mi esposo y mía así que las tres horas que duró mi transformación fue muy ameno y eso ayudó mucho a que estuviera calmada y sin nervios, y a pesar de que ya estaba el fotógrafo haciéndome tomas (por alguna extraña razón las fotos me estresan un poquito) yo estuve tranquila. Les comento que a pesar de que mi boda fue en la noche, quise que mi arreglo de novia fuera sencillo, no soy una mujer que guste de maquillarse o peinarse mucho, así que quería verme como yo misma, sin perder mi esencia pero bonita.

Ya una vez maquillada y peinada llegó el momento de ponerme el vestido (y ahí comenzaron los nervios) pero justo en ese momento a mi mamá y mi hermana las estaban arreglando así que comenzó a ayudarme mi wedding planner. Mi mamá le hecho velocidad para terminar de arreglarse y me ayudó con los últimos detalles del vestido, mientras que al mismo tiempo nos hacían la sesión de fotos, por supuesto mi papá no se quedó de lado y también estuvo en la sesión del arreglo del vestido y aprovechamos para salir los tres en las fotos.

Ya eran las cuatro y media de la tarde y ya todos estábamos listos, mi wedding planner me avisó que ya mis damas y los acompañantes de mi esposo estaban en la recepción del hotel para las fotos y que ya era hora de bajar para la sesión de fotos y por supuesto, ver a mi esposo por primera vez vestido de novio ¡que emoción!

Cuando bajé los vi a todos, fue inevitable no sentir nervios, mis amigas me abrazaron y obvio busqué a mi esposo para saber dónde estaba y que no me viera, pero mis amigas no me dejaron verlo y solo me dijeron que está sentado dando la espalda al lobby del hotel para que no me viera, en eso el fotógrafo me dice que ya era hora de la sesión y que por favor cerrara los ojos para el first look. Me sentí muy nerviosa, cerré los ojos y me guiaron lobby, en eso siento que lo acercan a él también y mi corazón comenzó a latir muy fuerte, siento que toman mi mano y la extienden para tomar las suyas ¡yo ya quería abrir los ojos! nos agarramos de las manos y comenzamos a reírnos, estábamos muy nerviosos, felices y emocionados, mi esposo no lo pudo evitar y comenzó a llorar de la emoción. Los acompañantes de mi esposo comenzaron a hacerle burla y a decirle ¡que se aguantará como macho! haciéndonos reír, lo cual nos bajó un poco los nervios. En eso el fotógrafo nos dice que a la cuenta de tres abriéramos los ojos y cuando los abrimos simplemente fue lo más genial del mundo, nos abrazamos muy fuerte, a mi esposo se le salían sus lágrimas entre risas y yo simplemente no podía dejar de sonreír. Comenzó la sesión de fotos de nosotros y después con nuestras damas, acompañantes y papás. La verdad nos la estábamos pasando tan bien que se nos fue el tiempo y salimos un poquito tarde del hotel hacia la iglesia, ya en la camioneta donde íbamos, mi papá me dijo que estuviera tranquila, que todo saldría bien haciéndome sentir bien.

Yo llegué primero a la iglesia y David tuvo un atrasó de 10 minutos para llegar, y como no todo es miel sobre hojuelas, el padre fue quien se encargó de esta parte. La misa comenzaba a las 6, yo alcancé a llegar puntual y mi esposo llegó diez minutos tarde, por esos diez minutos el padre nos regañó, es más, mientras esperaba en la camioneta a que llegara mi esposo, él se acercó a decirnos de una forma prepotente y poco educada que si no bajábamos comenzaría la misa sin notros, obvio que mi papá se molestó con el comentario y yo comenzaba a molestarme (por decir lo menos) pero me detuve, respire profundo y me tranquilicé, yo estaba tan feliz que me dije a mi misma que nada de lo que pasará ese día de malo me afectaría, y ¡lo logré!

Nos acomodaron rápido para entrar a la iglesia, y el Padre nos pidió que seguido del novio, entrará yo para no tardar más. Comenzó el cortejo a avanzar y me tocó a mí entrar ¡que emoción!, mi mamá y mi papá me entregaron a mi esposo y así es como, por fin, estábamos los dos en el altar. Comenzó la misa y todo salió bien a pesar del cascarrabias del Padre, pero algo de lo que me sigo riendo fue cuando el padre regaño a mi esposo por besarme mucho cuando dijo que ya éramos marido y mujer, pero en vez de molestarnos nos seguimos sonriendo el uno al otro, sin que nos importará nada. Tambien durante la misa regañó a mi wedding planner por arreglar la cola de mi vestido y a mi fotógrafo por acercarse mucho al altar; conociéndome de seguro en otro momento le hubiera dicho sus cosas al padrecito enojón, sin embargo, yo estaba tranquila y dentro de mí me reía de él.

Al cabo de un rato terminó la misa (ya que no fue tan larga como habitualmente son, creo que se comió salmos el padrecito), entregué el ramo a la Virgen y caminamos muy felices y sonrrientes por el pasillo para salir de la iglesia. Ya fuera nos sentimos más relajados y nos felicitaron todos los que nos acompañaron en la misa, además que curiosamente, varios invitados nos dijeron que les pareció bonita la misa (al menos el padrecito solo molestó al cortejo y a nosotros sin ser tan obvio con los demás).

Nos subimos a la camioneta que nos llevaría a la recepción, y el chofer nos preguntó si queríamos dar una vuelta por el Ángel de la Independencia, sin pensarlo mucho dijimos que sí (tenemos muchos recuerdos de novios en el monumento a la independencia), aprovechando que el salón no estaba lejos de ahí y teníamos un poco de tiempo extra antes de nuestra entrada al salón. Corrí como pude con el vestido, velo y cola del vestido del camellón al monumento, me vi muy chistosa, mi esposo aunque me ayudó con la cola del vestido se estaba riendo de mí, lo bueno es que no me caí ni perdí el estilo en el intento y mientras estábamos en la sesión de fotos, nos pasó otra cosa curiosa, se nos acercó una chica española a tomarse una foto con nosotros como recuerdo de su visita a México, así que una foto de recuerdo de mi boda anda hasta allá.

Llegó el momento de ir a la recepción y cuando llegamos nos encontramos con un gran detalle. El archivo que enviamos con el acomodo de mesas estaba mal, así que no podían asignar bien las mesas, a lo que mi wedding planner me recomendó algunas opciones y opté por la más fácil, que los invitados se sentarán donde quisieran y por extraño que parezca, fue la mejor decisión, a todos les gustó la idea de escoger dónde y con quien sentarse, algo en lo que sinceramente no había pensado y de saberlo lo hubiera hecho desde un inicio.

Otro detalle que pasó y del que no nos dimos cuenta hasta que platique con mi wedding planner fue que cuando ella llegó al salón de la recepción para ver cómo iba la decoración y arreglo del lugar, se encontró con que había otro evento antes del nuestro que aún no terminaba, obvio mi wedding planner saco sus súper poderes moviendo a todos y arreglando todo para cuándo llegarán los todo estuviera listo. Ahora pienso que sin ella hubiera pasado que cuando llegáramos nada de la recepción hubiera estado listo ya que el encargado de mi evento pensaba que pensaba a otra hora.

Ahora sí ¡hicimos nuestra entrada al salón! y toda la recepción fue como lo habíamos esperado y planeado durante todo este tiempo, la boda por el civil fue hermosa (compenso la de la iglesia) la comida y el pastel fueron tan ricos como lo esperábamos y a nuestros invitados les gustó mucho la fiesta, aún la recuerdan y nos dicen que fue muy emotiva boda y a pesar de todo lo que paso, todo fue simplemente perfecto para nosotros.

Espero que les haya gustado nuestra crónica de boda y que todos los detalles que les conté que sucedieron en nuestra boda les sirva para que se den cuenta que ese día, lo único que importa es su felicidad; cosas saldrán de su control, eso ténganlo por seguro, pero si ustedes están enfocadas en que lo verdaderamente importante de ese día es su unión con el amor de sus vidas y que todo lo demás son detalles que pueden suceder, créanme, ese día serán muy pero muy felices pase lo que pase, ese día vívanlo al máximo por qué se va muy rápido. Por último les deseamos mi esposo y yo ¡Muchas felicidades futuras novias!